En esta nueva oportunidad, me voy a permitir exponer la evolución de los
programas nacionales que han pretendido desaparecer el analfabetismo,
recurriendo a diferentes reformas educativas, que en no pocos casos, los
gobiernos en turno han dado en llamar “revolución de la educación”; “reforma
educativa”; “plan nacional de erradicación del analfabetismo” y otros títulos.
El siguiente ejemplo nos muestra la verdadera historia del analfabetismo en
México y al mismo tiempo, los grandes esfuerzos realizados para abatir dicho
problema de manera sustancial. Las cifras sobre la situación de la educación en
México -específicamente sobre los porcentajes de analfabetos-, contrastados con
la población de 15 años o más, muestran los grandes rezagos existentes en
ciertas etapas de la historia; los que sin embargo, en la actualidad muestran una
importante disminución, en los distintos niveles en que está dividido el
sistema educativo mexicano.
Las estadísticas se deben leer con cierta consideración, tomando en cuenta las
limitaciones tanto metodológicas, como de recursos humanos de épocas pasadas.
Durante la colonia se realizaron diversas actividades censales, cuyo documento
más antiguo es la “Suma de Visitas de Pueblos por Orden alfabético”, elaborado
en el siglo XVI por los frailes evangelizadores. No obstante, el trabajo
estadístico más importante de esta época es el Censo realizado durante el
gobierno del Virrey Juan Vicente Güemes Pacheco de Padilla, Conde de
Revillagigedo, realizado entre 1790 y 1794; lo que arroja que para esos
años la población total del país ascendía a 4.5 millones; de los cuales el
97.77% no sabían leer, ni escribir.
Los censos oficiales sobre población datan del año 1895, cuando se realizó el
Censo General de la República Mexicana, el primero de su tipo que se realizó en
el país y presenta información al 20 de octubre de ese mismo año; en el cual se
observa que la población total del país ascendía a 10.17 millones, de los que
8.27 no sabían leer ni escribir (81.32%). Unas décadas después en el momento en
que estalla la Revolución Mexicana en 1910, México contaba con 14.79 millones
de habitantes, de los cuales 10.31 eran analfabetos, representando un 69.73% de
la población de 15 años o más de iletrados.
Si comparamos los datos de la primera década del siglo XX, con la segunda
(1920) cuando se consideró el final de la Revolución –no obstante la
inestabilidad política y lo precario de la economía-, el censo sufrió un
retraso y se publicó en 1921. En dicho conteo aparece que, la población total
de México ascendía a 14.33 millones (con una disminución de 460 mil personas,
por los efectos de la guerra, además de los que debieron haber nacido durante
esa década), de los cuales 9.35 millones eran analfabetos, representando un
65.27%.
Partiendo de los datos anteriores, nos trasladamos a la mitad del siglo XX
(1950) año en el cual se contabilizaron 25.79 millones de habitantes, de los
que 8.94 aparecen como analfabetas, equivalentes a 34.66%. Posteriormente,
dando otro salto de 50 años, llegamos al año 2000, al final del siglo XX,
contabilizando 97.48 millones, de los cuales 5.94 se consideraron analfabetas,
equivalentes al 9.5% y, finalmente, en 2010 año en el que la población llegó a
112.33 millones aparecen todavía 5.39 millones de personas iletradas,
representando el 6.9% del total. Para tener otra perspectiva del asunto que
aquí se trata, inserto la siguiente gráfica:
Porcentaje de la población analfabeta de 15 años y más (1970, 1990, 2000 y
2010) 1
Por otra parte, de acuerdo con datos del Instituto Nacional para la Educación
de los Adultos (INEA), se considera que entre 2010 y 2014 se lograron ciertos
avances; no obstante que la información muestra que 4.79 millones de mexicanos
son analfabetas, lo que significa todavía un fracaso y una falta de
cumplimiento de los derechos humanos de un sector de la población, mayoritariamente
compuesta por mujeres y personas de la tercera edad.
También resulta importante destacar como los Estados de la República donde se
muestra un mayor atraso en el desarrollo económico-social, las cifras de
analfabetismo son impresionantes: “Oaxaca el estado en que mayor analfabetismo
se reporta en el 2014, pues las estimaciones del Instituto Nacional para la
Educación de los Adultos calculan que este año el analfabetismo es de 15.8%
respecto del total de la población mayor de 15 años.
En segundo lugar nacional se encuentra el estado de Chiapas, con 14.4% del
grupo de población señalado, en condiciones de analfabetismo; mientras que
el tercer mayor índice se encuentra en el estado de Guerrero con 12.9%. Le
siguen en ese orden el estado de Veracruz, con un 9.5%; así como los estados de
Michoacán y Puebla con un indicador de 8.1% y 8%, respectivamente.”2 Según
datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
(INEGI) dados a conocer el 8 de septiembre del presente año -a propósito
del Día Internacional de la Alfabetización-, 6 de cada 100 hombres y
8 de cada 100 mujeres de 15 años y más no saben leer ni escribir (del
total de analfabetas 60% son mujeres y 40% hombres).En los últimos 15 años, el
analfabetismo en las mujeres pasó de 15% a 10% y de 9% a 7% en
los hombres, en el mismo periodo.
Para enfrentar este problema el INEA lanzó la “Campaña Nacional de
Alfabetización y Abatimiento del Rezago Educativo 2014-2018”, con la que se
realizará un esfuerzo sin precedente en los últimos 70 años y que tiene como
objetivo declarar a México como un país libre de analfabetismo, de acuerdo con
los parámetros internacionales, además de incrementar el número de mexicanos
con primaria y secundaria. ¿Realmente lo veremos?
Existen varios análisis con diferentes enfoques, como el que se refiere a los
sectores de la población urbana y rural, poniendo a estos últimos en desventaja
no solamente en lo que se refiere a capacitación, sino también al posible
acceso a la cultura y, al mercado del trabajo.
Otros puntos de vista hacen notar que, no obstante los avances en materia de
alfabetización y los esfuerzos que se anuncia se llevarán a cabo, dentro de los
alfabetizados existe un número importante de “analfabetos funcionales”; es
decir, aquellos que en un momento aprendieron a leer y escribir, pero que al no
continuar una educación formal por lo menos durante 3 o 4 años (según
parámetros de la ONU), puede perder vigencia lo aprendido. Finalmente, las
estadísticas muestran las cifras y porcentajes de niños que están cubiertos por
el sistema educativo en los niveles de pre-primaria y primaria, pero no siempre
está presente la consideración sobre la deserción escolar o el bajo rendimiento
en el aprendizaje.
Cabe enfatizar que, el analfabetismo en nuestro país constituye uno de los
problemas sociales y educativos que han persistido como signo de desigualdad y
de pobreza, a través de los siglos. No es suficiente con insertar en la
Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, el Derecho a la Educación, si no
se lleva a cabo con eficiencia, con responsabilidad y con un sentido humanista.
Tampoco lo resuelve todo aprobar elevados presupuestos, si la burocracia y los
maestros irresponsables o sin ética profesional, se llevan la mayor parte. Las
instalaciones escolares y los medios didácticos -incluyendo el aspecto muy
importante de la alimentación y el deporte para los alumnos, para combatir el
sobrepeso y la obesidad-, deben modernizarse y asegurarse de que se lleven a la
práctica con los mejores resultados posibles.
El asunto de la educación reclama eficiencia, constancia y honradez, en el
cumplimiento de los derechos de los niños, jóvenes, mujeres, indígenas y
personas de la tercera edad; así como de las obligaciones por parte de los
gobiernos federal, estatal y municipal; de grupos y organizaciones civiles,
medios de comunicación, incluyendo a las iglesias de todos los credos; de los
congresos federal y locales, sin omitir las responsabilidades de los padres de
familia y de la sociedad en general.
( 1) INEGI. Estadísticas históricas de México 2009. México, INEGI, 2010. //
INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. Consultado en: www.censo2010.org.mx/
el 27/3/2012. Carranza Palacios, José Antonio y René González Cantú.
Alfabetización en México. México, Editorial Limusa, 2006.
Reenviado por Redacción / MasClaro.
Nota original Enlace México