Los profesores en México, sin duda, regresarán gustosos siempre y cuando las condiciones no los vulneren.

Escrita el: 2021-04-30 16:01:25

Por Carlos Jonguitud Carrillo

Con cinco estados en semáforo verde, Puebla en inoculación, sin quitar la mirada de una tercera ola, es el panorama en el que se tiene planeado el regreso presencial a clases bajo condiciones muy particulares de distanciamiento social, regreso escalonado e infraestructura sanitaria.

A un año del confinamiento, y en una sintonía mundial, la educación virtual ha funcionado, pero en países en desarrollo como México, incluso la seguridad alimentaria se vincula con la escuela presencial.

Lo que se quiere evitar es que esta crisis mundial incremente la brecha de desigualdad social y las oportunidades, que en vez de ir en crecimiento vayan en picada. Habrá que subsanar, con el esfuerzo de todos los involucrados, la salud socioemocional de una sociedad asolada por una amenaza externa e impredecible. Antes de poner cualquier otro elemento sobre la mesa, la maestra Delfina Gómez, secretaria de Educación Pública, habló de un tema delicado que había estado goteando de las agendas políticas: la imperante necesidad de hacer un diagnóstico previo a la integración de las aulas, pero no del único modo en el que habíamos estado pensando. No, lo plantea de un modo que entra en las entrañas de la sociedad mexicana, porque el Covid-19 va dejando zozobra emocional a su paso y es inevitable contar a los que ya no están, incluso mediante censos de profesores fallecidos, y establecer un camino para seguir adelante, resilientes.

Ya no sólo es que las aulas estén en perfectas condiciones sanitarias, sino los alumnos y trabajadores para la educación, “cómo están primero desde el punto de vista emocional, porque no podemos llegar directamente a los contenidos, a trabajar aprendizajes si no sabemos en la parte humana cómo están nuestros niños”, como lo declaró la titular de la SEP.

Más allá de las reactivaciones económicas y sociales, la escuela presencial es importante, porque los niños en esta pandemia pueden ser los testigos de su “catástrofe generacional” frente al aislamiento, el miedo y la falta de sus pares.

Los protocolos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en todo el mundo son los mismos, pero algo sabemos los trabajadores para la educación: el regreso a las aulas sólo es posible si todas las condiciones son aptas para la preservación de la salud.

Los profesores en México, sin duda, regresarán gustosos siempre y cuando las condiciones no los vulneren, sino los contemplen integralmente, ya sea en este ciclo escolar o en el siguiente. El bienestar se ha visto, es y será la prioridad.

Reenviado por Redacción / #MásClaro

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