Sobre el regreso a las aulas

Escrita el: 2021-08-30 17:34:25

¿Cuál es la postura de los alumnos, padres de familia y profesores sobre el regreso a clases presenciales? Es una opinión dividida, pues mientras algunos imploran el regreso a clases presenciales para frenar el supuesto rezago educacional y recuperar la socialización entre estudiantes, otros piden que no se regrese todavía hasta que la pandemia esté más controlada. Inclusive se ha planteado la modificación de los programas educativos derivado de nuevas modalidades, mixtas, híbridas y/o semiescolarizadas.

Independientemente de las diferentes modalidades, es evidente que cualquiera que sea la modalidad educativa, se requerirá de nuevos acuerdos y de la corresponsabilidad de cada integrante de la comunidad educativa.

El regreso seguro a clases presenciales es un enorme reto; pero también una gran oportunidad para realizar un ejercicio de libertad, equidad y democracia porque nos obliga a tomar decisiones personales, familiares y comunitarias. Al interior de las comunidades educativas el inicio de un nuevo ciclo será una excelente oportunidad para deliberar, , , participar y aprender democráticamente.

Ciertamente, en educación es insustituible la duda compartida frente a frente entre maestro y alumno. Enseñar y aprender es esencialmente un proceso de interacción, que cuanto más sea de calidad y calidez, tendrá mayores logros. El meollo está en cómo hacer posible, en las complejas condiciones actuales, esa interacción educativa.

La pandemia ha obligado a las comunidades educativas a cuidar y desarrollar nuevas capacidades, entre ellas el establecer una mejor comunicación entre padres y madres de familia, profesores y alumnos.

Ahora esta comunicación deberá aún ampliarse para acordar un regreso seguro a las aulas.

La comunidad ha desarrollado estrategias emergentes para lograr, a pesar de la pandemia y del semáforo de riesgo epidemiológico, mantener la interacción educativa.

Por parte del magisterio, ha sido evidente el compromiso. Ampliando sus horarios de trabajo, dando atención muchas veces personalizada, adquiriendo equipo de cómputo y pagando conectividad, entre muchas otras cosas para poder estar en contacto con el alumnado.

Para el regreso a clases presenciales será necesario, antes que nada, tener los datos precisos sobre los profesores que lamentablemente hemos perdido en esta pandemia y saber cuántas maestras y maestros se encuentran dentro de grupos cuya situación es de mayor riesgo y vulnerabilidad, para ellas y ellos necesitamos flexibilidad para acordar las formas de trabajo que les permitan desarrollar su labor de enseñar cuidando su vida y su salud.

Estos números no son una simple estadística, se trata de seres humanos, compañeros, trabajadores y profesionales para la educación. Lamentamos el fallecimiento de nuestros queridos compañeros y compañeras del gremio.

Estamos de acuerdo con el señor Presidente sobre la importancia del regreso a clases presenciales. Consideramos que debemos hacerlo por etapas y mediante la construcción de acuerdos y consensos desde cada escuela. Cuidando protocolos de salud y estableciendo la dinámica diaria de cada grupo y de cada escuela al interior de cada comunidad educativa.

Como servidores públicos, representamos al Estado frente a la sociedad, pero también nuestra labor forja proyectos y lazos comunitarios. Ése es nuestro compromiso profesional como mexicanos: con niños, niñas, y adolescentes de todo el país.

La educación nos impulsa a mejorar a todos sin excepción, pero también se requiere de acciones debidamente articuladas para lograr un modelo educativo basado en la nueva normalidad y en los protocolos adecuados para evitar la propagación de la COVID-19 y sus diversas cepas.

Ahora, la situación nos obliga a profundizar el diálogo y darnos a la tarea de construir acuerdos y consensos desde cada grupo, cada escuela, cada comunidad educativa y cada municipio del país para que toda la comunidad educativa, alumnos, maestros, madres y padres de familia, estemos cuidándonos, protegiéndonos y haciéndonos cargo de la parte que a cada quien toca para hacer posible el aprendizaje.

Es momento de que escuchemos a todos los integrantes de la comunidad educativa, poniendo en el centro el interés superior de las niñas, niños y adolescentes.

La democracia no se aprende a través de un libro, se aprende a través de la experiencia, lo mismo la democracia representativa, que la participativa o la deliberativa, y ésta es una ocasión en la que necesariamente debemos tomar decisiones con un sólido sustento democrático.

Estamos ante una exigencia de carácter ético y CÍVICO. No hay duda del compromiso y la vocación del magisterio; pero en este momento se requiere de la corresponsabilidad de todos: alumnos, maestros, familias, para que logremos salvaguardar la salud, la vida y, a la vez, hacer posible el ejercicio pleno del derecho a la educación de todos los mexicanos.

Reenviado por Redacción / #MásClaro

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