La Virgen de Guadalupe: más allá de la fe

Escrita el: 2021-12-11 13:18:09

Un fenómeno que trasciende la religión

De acuerdo con especialistas en el tema, la tradición de la Virgen de Guadalupe va más allá de ser un suceso religioso, es un fenómeno social, el cual ocupa un papel cultural e histórico fundamental en el desarrollo de vínculos y componentes relacionados con el mestizaje de lo indígena e hispano.

El Papel de la Virgen en la Historia de México

La imagen de la Virgen de Guadalupe ha sido insignia de la identidad mexicana y ha estado presente en momentos clave dentro de la historia de México. Recordemos la emblemática escena en la que Miguel Hidalgo usó el estandarte de la Virgen de Guadalupe para llamar a la insurrección. Y qué decir de Maximiliano de Habsburgo que se aprovechó la proclamada laicidad de sus opositores para autodenominarse guadalupano y, por ende, mexicano. Banderas y estandartes con la impresión de la Virgen aparecieron entre las tropas zapatistas durante la Revolución Mexicana para legitimar la lucha de indígenas y mestizos que peleaban por sus tierras.


¿Cuándo surge el culto a la Virgen de Guadalupe?

De acuerdo con la investigadora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, Gisela von Wobeser, el culto a la Virgen de Guadalupe se remonta a los primeros años después de la Conquista (ca.1525), cuando los frailes franciscanos edificaron una ermita en el cerro del Tepeyac, al norte de la Ciudad de México. En este cerro antiguamente había un santuario prehispánico, en el que se veneraba, entre otras deidades, a la diosa Tonantzin Cihuacóatl.

Dicha ermita fue dedicada a la virgen María como madre de Dios, sin aludir a una advocación específica. Según Bernardino de Sahagún, se trató de un culto de sustitución, es decir, la intención de los frailes fue que los indios sustituyeran la devoción que tenían a Tonantzin por la de la virgen María.

¿Cómo surge la pintura de la Virgen?

La representación de la Virgen de Guadalupe pertenece a un modelo iconográfico flamenco-alemán, que data de la Edad Media, y representa a la Virgen coronada, rodeada de un halo de luz, parada sobre una luna creciente. Pero la versión novohispana se realizó entre 1523, año en que llegaron los primeros franciscanos, y 1556, momento en que ya estaba bien establecido el culto, por lo que se supone que la famosa pintura fue elaborada por uno de los indios bajo la tutela de los frailes, pues para esa época todavía no se habían establecido artistas europeos en la Nueva España. El pintor dotó a la Virgen de características tan particulares que dieron como resultado una nueva imagen, única en su género.


¿Quién fue el artista que pintó a la Virgen de Guadalupe?

De acuerdo a Francisco de Bustamante, provincial de la orden de San Francisco durante el siglo XVI, se atribuyó la autoría de la pintura de la Virgen de Guadalupe al “indio Marcos”. “Probablemente se trate del connotado pintor indígena Marcos Cipac Aquino, quien trabajó para los franciscanos”.

Un modelo flamenco para una virgen indígena

En particular, el modelo utilizado por Marcos para pintar a la Virgen de Guadalupe fue un grabado flamenco del siglo XV, conocido como La Virgen en la Gloria, fechado hacia 1420. La pintura de la Virgen de Guadalupe es muy similar a esta obra en cuanto al trazo, las facciones del rostro, la proporción de sus miembros, la postura corporal y la vestimenta, así como a las características del ángel que aparece al pie de la Virgen.

¿Por qué la Virgen de Guadalupe no se encuentra cargando al niño Jesús?

Marcos el pintor, no hizo una copia literal, sino adaptaciones, tal vez por propia iniciativa o quizá a instancia de quienes le encargaron la pintura, que debieron ser frailes franciscanos. En primer término, pintó a la Virgen mexicana sin el niño que tiene en brazos la flamenca. Esto se debe a que la orden de San Francisco promovía entonces el culto a la Virgen como Inmaculada Concepción, y todas las que, en esa época, se pintaron en el ámbito franciscano carecen del niño.
El segundo cambio más notorio es que la virgen flamenca tiene el cabello rizado y suelto y el de la mexicana es negro y lacio. Quizás el cabello rubio, rizado y flotante resultaba extraño para los indígenas, por lo que a nuestra Virgen de Guadalupe le hizo un peinado similar al de las indígenas casadas nobles: de raya en medio con el cabello pegado a las sienes.

Asimismo, le oscureció los ojos y le colocó el manto sobre la cabeza, dejando únicamente descubiertas las sienes. Otra modificación importante es que colocó sus manos en posición orante, con lo que le confirió un mayor recogimiento.

La Usurpación de la Virgen Extremeña de Guadalupe

Cuando, a mediados del siglo XVI, el arzobispo de México, Alonso de Montúfar, llegó a la Nueva España, se dio cuenta del potencial devocional y económico que tenía el santuario del Tepeyac, con la imagen de la Virgen y sacó provecho tanto personal como institucional de este culto: la bautizó con el sobrenombre de Guadalupe, usurpando el de la Virgen extremeña de Las Villuercas.
Fue un acto indebido, ya que se trataba de dos devociones diferentes y, además carecía del permiso de la casa matriz española. Se trata de dos imágenes con características antagónicas, pero en una época en la que no había un acceso fácil a las imágenes muchos no la conocían y creyeron que era la misma. De esta manera, la devoción de la Virgen de Guadalupe española se trasplantó a la Nueva España.

El culto a la Virgen en nuestros días

Aunque culto a la Virgen de Guadalupe ha llegado a muchos países, incluso de Europa y hasta de Asia, en México el guadalupanismo es una manera de identificarnos, es un símbolo muy importante. De acuerdo a especialistas, el culto es un elemento de cohesión porque no tiene esta parte política, como los partidos, por lo cual todo mundo puede identificarse con la virgen sin mayor problema.

Fuentes. Gaceta UNAM y Memórica México

Reenviado por Redacción / #MásClaro

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